*A los 17 años, Arturo Dávila Pacheco se enlistó hace 40 años en lo que primero fue el Club de Bomberos de la Ciudad
*Ahora es coordinador del Departamento de Bomberos de Hermosillo y asegura que no tiene temor al fuego, ya que la academia las prácticas le brindan seguridad
Hace más de 40 años, Arturo Dávila Pacheco, decidió enlistarse en el Departamento de Bomberos de Hermosillo, que en aquella época era conocido como El Club de Bomberos de la cuidad.
A 75 años de fundación de la corporación de auxilio, relató que 13 jóvenes, un 13 de agosto de 1946, firmaron el acta para convertirse en los primeros bomberos de la capital sonorense, de los cuales hace dos años falleció el último de esa generación, Don Raúl Piña Villa.
Dávila, tenía 17 años y cursaba la preparatoria, desde muy pequeño había pertenecido a grupos de Boy Scouts y continuaría realizando su servicio escolar como bombero voluntario, para después de año y medio darse de alta de manera formal.
En aquella época, dijo, nadie pensaba en los bomberos como el trabajo que podrías ejercer durante tu vida, eran alrededor de 50 elementos y había solo cerca de seis personas pagadas por el gobierno del estado a quienes llamaban maquinistas.
Recordó que tenían turnos de 24 horas, mientras que los voluntarios tenían una guardia nocturna por semana, sin embargo ante una emergencia debían acudir al llamado de la sirena.
La sirena que se utilizaba en esa época, que ahora se encuentra sobre el monumento de la Estación Uno, se ubicaba sobre el cerro del Mariachi y las personas la identificaban porque sonaba a las 8:00 de la mañana y las 9:00 de la noche.
Si sonaba fuera de esos horarios, significaba el llamado a los voluntarios para atender un siniestro.
“El ruido de la ciudad era mucho menos que el que hay ahorita y en una buena parte de lo que era la ciudad sí se escuchaba y yo como era San Beniteño para mí era muy fácil escucharla y reportarme rápidamente en el cuartel”, relató.
Reconoció que el conocimiento te da confianza, de ahí que nunca tuvo temor por el fuego ya que la academia y algunas prácticas le brindaron la seguridad de lo que realizaba.
“Hemos pasado situaciones difíciles donde nos hemos visto en apremios, pues sí, pero el susto te termina llegando después de que ya pasaron las cosas”, externó.
Ahora, Dávila Pacheco se desempeña como coordinador del Departamento de Bomberos de Hermosillo y recuerda con nostalgia y alegría que lo que le llevó a formar parte de esta labor fue la emoción de aprender y una vez que vivió la experiencia se emocionó realmente y, aunque contaba con una carrera universitaria, decidió dedicarse a proteger al prójimo hasta que la fuerza y salud lo permitan.
Hermosillo, Sonora, México
Tel.: +52 1 662 217 3771
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