85% de menores en edad escolar consumen sodas y jugos a diario

*Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, el 83 por ciento de los menores de cinco años de edad también consume ese tipo de bebidas
*Los menores también consumen diariamente botanas, dulces y cereales azucarados 

La alimentación en el estilo de vida actual está dominada por productos ultra procesados, elaborados a través de procesos e ingredientes que no se parecen en nada a nuestra tradición culinaria. 

Entre los más populares están las sodas, botanas, pan para sándwiches y sopas instantáneas, productos con exceso de azúcares, grasas, sal y aditivos no convenientes para la salud infantil.

La investigadora de la Coordinación de Nutrición del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), Ana María Calderón de la Barca, expuso que el 85 por ciento de los menores en edad escolar –de 5 a 11 años- toman a diario sodas y jugos.

Según datos de la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, refirió, el 83 por ciento de los menores de cinco años de edad también consume ese tipo de bebidas.

Además, el 64 por ciento de ambos grupos de niños también cotidianamente ingiere botanas y dulces, mientras que el 50 por ciento de todos ellos consume cereales azucarados a diario. 

Se dice, anotó, que estos alimentos con alta densidad energética son culpables de que más de la tercera parte de los escolares tenga sobrepeso u obesidad, lo que más adelante podría ocasionarles enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes.

El problema es saber qué alimentos son saludables y cuáles no; nadie sería capaz de darle a sus niños un alimento poco saludable, si supiera que lo es, pero la publicidad es engañosa y las etiquetas están muy bien diseñadas para enredar a cualquiera, anotó la investigadora. 

Por esto, los organismos internacionales de salud y protección de la niñez hacen recomendaciones para que se trabaje en cuanto a publicidad y etiquetado.

Lo anterior viene a colación por la reciente modificación de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en Oaxaca que prohibió la distribución, donación, regalo, venta y suministro a menores de edad de bebidas azucaradas y alimentos envasados de alto contenido calórico, así como los que excedan contenidos de azúcares, grasas y sal.

El Congreso de Tabasco se unió al mismo dictamen y se está proponiendo en el Senado de la República para todo el país.

Calderón de la Barca destacó que no parece haber antecedentes de una legislación como la de Oaxaca, ya que no se expenderán los alimentos ultra procesados en las escuelas. 

Planteó que será difícil evitar el mercado negro, pues aunque los niños pequeños no significarían tanto problema, se teme un comportamiento distinto entre los adolescentes. 

De hecho, consideró, los productos prohibidos se podrían convertir en una tentación.

Sería muy conveniente que una reglamentación del tipo de la de Oaxaca fuera ligada a una política educativa muy fuerte y bien diseñada, que se aplicara por etapas, como se ha hecho en Chile con un tema como este. 

Es necesario, si no es que indispensable, que los niños aprendan a comer nutriéndose y no solo satisfaciendo el hambre, aseveró. 

No basta con la buena nutrición para una vida saludable, se requieren además buen ambiente social y actividad física suficiente. ¿Podría solucionarse el problema de obesidad solo negando las chucherías a los niños?, cuestionó.