México.- Cuando las personas deciden enviar mensajes con imágenes explícitas a través de las redes sociales las consecuencias pueden ir desde la humillación pública, el bullying, hasta el suicidio.
El sexting es el envío de imágenes con alto contenido erótico, no necesariamente pornográfico, como fotografías sugerentes a través de plataformas digitales, explicó el director de la Fundación Sofía México, Fernando de la Fuente.
Recientemente, el futbolista brasileño Neymar tuvo que testificar luego de difundir mensajes y fotografías íntimas en redes sociales de su compatriota, la modelo Najila Trindade Mendes de Souza, quien lo acusó de delito cibernético.
La finalidad de esta práctica, añadió De la Fuente, es tener una interacción aparentemente más íntima con la otra persona. “Este tipo de imágenes se piden como prueba de amor o sugieren llevar las relaciones personales a un nivel distinto, aunque tiene riesgos altos”, advirtió.
Una práctica que, si bien es el libre ejercicio de la sexualidad, en muchos casos no es respetada ni garantiza la seguridad o privacidad de los involucrados.
“La consecuencia del sexting que se llama pornografía de venganza tiene tantas secuelas tan graves como si fuera una violación cibernética”, señaló.
El directivo consideró que “no hay un sexting seguro, es complicado. Hay quien asume que si no sale tu cara, tus tatuajes, si no enseñas tus aretes, tu medallita, va a ser una forma anónima de mandar las imágenes”.
Advirtió que no hay marcha atrás cuando una imagen se sube a Internet debido a que no hay forma de recuperarla, y se reproduce por cientos de miles de veces de manera instantánea.
“Una imagen íntima no es solamente una imagen, es toda la consecuencia que tiene: social, moral y jurídica”, indicó.
Cuestionado sobre por qué esta práctica se puso de moda, el director de la Fundación Sofía México explicó que este fenómeno en México detona en 2012.
“Esto es a raíz de la hipersexualización, sobre todo en niñas, la cual implica la mercantilización del cuerpo y la aprobación por la opinión ajena de las personas; los niños y las niñas en un afán de pertenecer, de gustar, de agradar, de ser parte de, empiezan a sexualizar su cuerpo y a buscar aprobación”, mencionó.
Lo anterior ha provocado una exposición brutal en los jóvenes, en difusión y exhibición de su cuerpo sin comprender que no es un juego, es un delito, subrayó.
“Un like o un retuit en las redes sociales a los muchachos les genera un alto contenido de oxitocina y dopamina; esas hormonas que a los muchachos los detonan”, comentó.
El Código Penal Federal establece de siete a 12 años de prisión a quien difunda material audiovisual pornográfico de una persona menor de edad, pero no está tipificado en toda la República Mexicana.
Fernando de la Fuente aclaró que “hay algunos estados de la República, no todos, que tienen legislación sobre la difusión de imágenes íntimas que se pudieron obtener con o sin consentimiento de la víctima y se sanciona con cárcel en algunos de ellos”.
“Tenemos un código federal penal y este nos permite acceder a un artículo completo que nos habla de que comete delito quien difunda, transmita, comparta o almacene imágenes, sonidos o audios obtenidos con o sin el consentimiento de la víctima y sancionar hasta con 12 años de prisión”, enfatizó.
Hay que imponer sanciones ejemplares y mucho más agresivas a quien difunda contenidos íntimos porque la voluntad de la víctima se ve permanentemente afectada y se equipara con la violación cibernética, puntualizó el entrevistado.
Reconoció que el sexting puede afectar el desarrollo de las personas y su autoestima, por lo que sugirió ser cuidadosos con los contenidos que se difunden a través de las diferentes plataformas.
Hermosillo, Sonora, México
Tel.: +52 1 662 217 3771
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