12-May-2024

¡Mejor solo que mal acompañado! Alimentos que no se pueden combinar

Sernoticia  
22-04-2024 19:40  
6 minutos de lectura  


*La composición y calidad de los alimentos que consumimos, así como sus combinaciones, pueden afectar el funcionamiento y la salud del tracto digestivo
*Pueden causar indigestión, reflujo, acidez, distensión abdominal y gases, entre otros síntomas gastrointestinales


Seguramente ha escuchado que no debe comer sandía con leche o pescado con leche porque puede caer mal al estómago. Pero ¿esto es cierto? ¿Hay alimentos que combinados con otros pueden provocar malestar gastrointestinal?… No y sí.

La digestión es un proceso complejo en el que se transforman los alimentos en nutrientes más o menos sencillos, que nuestro cuerpo puede asimilar y aprovechar para diversas funciones.

Se inicia desde la masticación e incluye diversas etapas, donde participa el ácido estomacal, algunas enzimas y otras sustancias, de tal forma que se pueden obtener aminoácidos y péptidos de las proteínas, mono y disacáridos de los carbohidratos, ácidos grasos de las grasas, y vitaminas y minerales, que se encuentran en las matrices complejas de los alimentos.

Los elementos que forman parte del proceso digestivo están muy bien orquestados, responden a señales y estímulos que se inician tras ingerir los alimentos.

Sin embargo, la composición y calidad de los alimentos que consumimos, así como sus combinaciones, pueden afectar el funcionamiento y la salud del tracto digestivo, pudiendo causar indigestión, reflujo, acidez, distensión abdominal y gases, entre otros síntomas gastrointestinales.

Combinaciones de alimentos que podrían provocar molestias:

Frijoles y bebidas gaseosas: los frijoles tienen carbohidratos que no podemos digerir, por lo que llegan al colon y son fermentados por las bacterias de la microbiota intestinal, produciendo gases. Si a esto le sumamos el efecto irritante y el gas que contienen las bebidas carbonatadas, probablemente presentemos mayor incomodidad, distensión abdominal o flatulencias después de consumir esta combinación de alimentos.

Además, algo no menos importante es que los fosfatos, un aditivo presente en los refrescos de cola, forman complejos insolubles con el hierro, impidiendo su absorción. Lo anterior nulifica uno de los beneficios nutricionales que tiene el incluir frijoles en nuestra dieta.

Café y harinas refinadas: ¿a quién no se le antoja un café con pan dulce para el desayuno o en la tardecita después de comer? Pero, si somos propensos a la acidez y reflujo, quizás tengamos que pensarlo dos veces antes de consumirlos.

El consumo habitual de café se ha asociado con una menor presión de la válvula inferior del esófago, lo que provoca que los ácidos estomacales puedan subir desde el estómago, causando acidez o ardor. Además, la cafeína estimula la producción de ácido estomacal. Por su parte, el consumo elevado de carbohidratos también se ha relacionado con mayor frecuencia de reflujo. Pero aquí la atención debe centrarse en evitar el consumo de panes y pastelillos industrializados que se elaboran a partir de harinas refinadas, que no aportan fibra, y a los que se les añaden elevadas cantidades de grasa y azúcares.

Es importante considerar que el reflujo también puede relacionase con el consumo de alimentos muy condimentados o grasosos, cerveza, vino y alcohol en general, bebidas gaseosas, café y chocolate, entre otros. Además de que las personas con sobrepeso son más propensas a padecer reflujo.

Alimentos ricos en grasa y proteína de origen animal: el consumo elevado de alimentos ricos en proteínas y, sobre todo, de grasas, hacen más lento el vaciado del estómago.

Cuando se ingieren de forma muy abundante y frecuente pueden causar síntomas como pesadez, sensación de estar muy lleno(a), indigestión, ardor o dolor abdominal, eructos e incluso, reflujo.

Para evitar estos síntomas se recomienda equilibrar la dieta, aumentando el consumo de vegetales y fibra y evitar las grasas, además de que las comidas no sean excesivamente abundantes.

Así que la próxima vez que vayamos a comer una carnita asada, hay que recordar acompañarla con una buena ensalada, rábanos, nopales y pepinos, que ayuden a aumentar el consumo de vegetales.
Cerveza y comidas muy especiadas o picantes: el consumo de cerveza y otras bebidas alcohólicas, como vinos y licores, provoca síntomas de reflujo tanto en personas propensas como en las que no lo son.

El alcohol, por sí mismo, es una sustancia agresiva y puede influir directamente sobre la función de la válvula inferior del esófago, dañar la capa mucosa que recubre el esófago y el estómago, e inducir una secreción anormal de ácido estomacal, lo que provocaría síntomas de reflujo, acidez y dolor abdominal.

Productos con edulcorantes artificiales u otros sustitutos de azúcar: en busca de reducir el consumo de azúcar y calorías, es común optar por productos “light”, pensando que son más saludables. Sin embargo, su consumo frecuente puede provocar síntomas gastrointestinales debido a su contenido de edulcorantes artificiales o sustitutos de azúcar.

Para reducir la probabilidad de experimentar malestares gastrointestinales se sugieren algunas prácticas como comer en porciones controladas para prevenir la sobrecarga del sistema digestivo.

Etiquetas : salud | alimentación

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