Paola enfrenta discriminación por preferencia sexual

*Desde pequeña sabía que era diferente al resto de las niñas y lo más difícil fue hablar con su madre sobre su preferencia sexual
*Ser homosexual no es una decisión y a estas personas se les asocia con promiscuidad, maldad o rebeldía

Desde pequeña sabía que su personalidad era diferente al resto de las niñas, se sentía incómoda con ropa de niña y prefería los juguetes de sus hermanos; a los 18 años decidió confesar que era lesbiana.

Paola Dagnino Quijano, de 22 años de edad, recuerda que en su infancia creía que algo no estaba bien en ella, pero por su edad y falta de conciencia no comprendía lo que sucedía. 

Con el paso de los años, conoció a una mujer similar a ella y ver que esa persona tenía novia, amigos, buena relación con sus padres y una vida normal, le motivó a decir lo que sentía.

La parte más difícil, recuerda, fue el hablar con su madre sobre sus preferencias sexuales, pues tenía miedo y tristeza porque sentía que la defraudaría.

“Me dijo, hija yo te amo, está bien, no me importa con quién estés”, sin embargo –señala Paola- llamó su atención que su madre le pidió ser femenina y no masculina.

Refirió a su mamá que justamente ese era el problema, porque no podía ser femenina, pues no se sentía de esa manera.

La joven aseguró que ser lesbiana no es una decisión y por ser homosexual, además de tener un aspecto masculino, vive situaciones de discriminación todos los días.

El simple hecho de saber que conocerá a una persona nueva, a los papás de sus amigos o sus suegros, implica prepararse sicológicamente para cualquier situación a la que pueda enfrentarse.

“Yo siento que se sufre un poco de discriminación todos los días, en las cosas más cotidianas que a lo mejor tú no contarías como una discriminación, pero es lo que se siente”, externó.

Simplemente porque te ven el pelo corto ya te dicen caballero o que se te quedan viendo; te tienes que armar de valor y prepararte mentalmente por si te tratan mal o si te hacen mala cara, “eso es lo que se me hace más difícil”, señaló.

Mencionó que la gente crea muchos prejuicios sobre personas como ella y las asocian con maldad, suciedad, sin educación, como alguien rebelde o promiscua, cuando la realidad es que no se identifica con ninguno de esos estereotipos.

La estudiante de la Licenciatura en Negocios Internacionales dijo que la forma de poner su granito de arena es hacerse visible y no quedarse callada. 

Recomendó a quienes pertenecen a la comunidad LGBT tener paciencia y externar lo que son en sus círculos más cercanos, pues así la sociedad puede darse cuenta que son normales y merecen respeto como el resto de las personas.