Abuso sexual de menores aumenta 40% durante pandemia de Covid-19

*Los abusadores forman parte de la familia o son personas cercanas como padrinos o amigos 
*El agresor inicia un proceso de seducción, empieza en el juego, regalos, pequeñas bromas y va subiendo el tono del contacto

El abuso sexual intrafamiliar hacia niños y niñas se incrementó a nivel mundial un 40 por ciento durante la pandemia por Covid-19, señaló la terapeuta familiar de la Comisión Diocesana para la Protección al Menor y Personas Vulnerables, Aída Aguirre Alonso.

En este tipo de abuso se involucra o expone a un menor en actividades o comportamientos sexuales, donde el familiar puede o no ser consanguíneo pero considerado parte del seno familiar, como un padrino, madrina o amigo cercano, según define The National Child Traumatic Stress Network (NCTSN).

La especialista explicó que directamente no hay un lazo como tal entre el menor y el agresor, este último inicia un proceso de seducción, empieza desde el juego, regalos, pequeñas bromas y va subiendo el tono del contacto.

Eso sucede, abundó, con el objetivo de identificar qué niño o niña será quien inicialmente no podrá decir no, poner un límite o dentro de su inocencia tomarlo como un juego con la persona de confianza. 

Dijo que esa persona es muy astuta y basta con unos segundos  para que tanto niños, niñas y adolescentes estén expuestos a un abuso sexual. 

“A medida que vamos propagando la cultura de la denuncia es mucho más fácil que un menor diga eso que estás haciendo no me gusta y le voy a decir a mi mamá, esto cuando las relaciones familiares han brindado cierta base de confianza y comunicación para que los niños se expresen", expuso.

De lo contrario, abundó, es más difícil decirlo y nuevamente la red de seducción está en marcha y el agresor está callando a su víctima y si hay alguien que haya visto le silencia a través de  amenazas, "entonces la posibilidad de que un niño lo diga, en ocasiones puede llevar años e inclusive décadas”.

Resaltó la importancia del valor que tiene mamá y papá en la crianza como personas seguras y en ampliar la comunicación a nivel familiar, que el menor conozca las partes de su cuerpo por su nombre.

Asimismo, que exista el desarrollo de la virtud del pudor, ese termómetro interno de que algo no está bien y lo puedan externar con alguien de confianza.