Cursa carrera de ingeniería en medio de modelos tradicionales para mujeres

*Su gusto hacia las matemáticas y las posibilidades que le ofrecía la carrera que eligió, llevó a Patricia Eugenia Sortillón González a incursionar en ese campo
*Hace 33 años egresó de la Ingeniería Industrial Mecánica Térmica del Instituto Tecnológico de Hermosillo (ITH)

Hace 33 años, Patricia Eugenia Sortillón González, egresó de la carrera de Ingeniería Industrial Mecánica Térmica en el Instituto Tecnológico de Hermosillo (ITH), cuando el rol de la mujer se centraba en modelos tradicionales. 

Decidió estudiar ingeniería, por su gusto hacia las matemáticas y las infinitas posibilidades que esa carrera le ofrecía para imaginar, crear, mejorar y hacer más eficientes procesos donde la clave es la creatividad.

“La institución donde cursé mis estudios se distinguía porque la mayoría de su población era masculina, porque ofrecía carreras de tipo técnico, casi todas orientadas hacia el área de ingeniería. A mi llegada ahí, no me encontré con nada nuevo, era tierra de hombres” comentó. 

Relató que tuvo tres compañeras en el área de ingeniería, pero pertenecían a diferentes ámbitos, por lo que al egresar en 1988 fue la única mujer representante de su carrera. 

Compartió que fueron años fabulosos en los que se sintió aceptada y protegida por sus compañeros y docentes, además contaba con el apoyo de su familia sobre todo cuando requería realizar largos viajes, en los que se veía a una señorita en vestido y zapatos escolares rodeada de hombres.

Recordó una visita a la termoeléctrica de Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Puerto Libertad para una práctica escolar y un empleado le prestó su ropa para tener acceso a la planta, pues no he habían especificado la vestimenta adecuada para eso.

“Por alguna razón siempre me ha gustado usar vestidos. Pues la señorita llegó con falda, calcetas, sí zapatos escolares, pero con vestido pues, al inicio fue un poco complicado para ingresar a ese lugar debido a que íbamos a subir escaleras y edificios” expuso.

Con muchas ganas de integrarse al mundo laboral, el 15 de marzo de 1988 tuvo la primera oportunidad con una posición de ingeniería en la supervisión de producción de manufactura en la empresa Amo Armanmex S.A. de C.V., que después fue adquirida por Tyco Electronics y hoy en día le conocemos como TE y que continúa ofreciendo oportunidades laborales a mujeres. 

Dijo que el principal reto fue poner en práctica lo aprendido, la responsabilidad como líder y recibir un proyecto en el cual debía conocer el proceso, formar su equipo de trabajo, capacitarlo y transformar la materia prima en un producto terminado.

Destacó que jamás olvidará a quien le abrió las puertas y creyó en ella, pues dentro de la compañía creció, tuvo la posibilidad de viajar y aprender varios idiomas como inglés, francés y alemán. 

Aseguró que conforme se abren las puertas y se avanza en el cumplimiento de los objetivos, se gana seguridad. 

Patricia tiene ahora una maestría en Ingeniería Industrial, doctorado en Humanidades, licenciatura en Artes y trabajos de investigación en el área de ergonomía, conocimientos y experiencia que comparte como docente en la Universidad Estatal de Sonora (UES).

A sus alumnos y alumnas, agregó, les enseña que al compartir el trabajo ambos sexos se pueden conseguir objetivos y lograr metas profesionales.

La equidad se aprende en casa

Patricia Eugenia es la mayor de cinco hermanos, tres hombres y dos mujeres, de los cuales cuatro son ingenieros. 

Relató que desde pequeña además de tener gusto por las matemáticas su padre, Jesús María Sortillón Encinas, siempre les involucraba por igual a las tareas de la casa, incluso en actividades como dar servicio a un cooler y a pesar de que no contaba con estudios de ingeniería fue su primer mentor. 

Cuando estaba en la carrera su papá le prestó un auto de la casa para ir a la escuela, pero le advirtió que no le hablara para resolver algún problema del carro y para eso le enseñó a cambiar llantas y a destrabar los cambios.

Asimismo, le enseñó a poner en marcha un carro sin gasolina, por lo que su padre, desde chicos, les enseñó a participar en todo.

Les recuerda a todas las mujeres que la ingeniería es un campo con oportunidades también para ellas en donde pueden desarrollarse a nivel profesional, como mujer, madres y esposas si ellas así lo deciden.