Incendio en guardería ABC marca para siempre a bomberos de Hermosillo

*Un oficial al mando de la situación pidió a quienes rescataban a los menores tirarse al piso y hacer como que nadaban para que, con sus manos, pudieran tocar los cuerpecitos sin hacerles más daño, además de evitar intoxicaciones.

Para los elementos del Departamento de Bomberos de Hermosillo, el incendio de la Guardería ABC los marcó para siempre, pero también los hizo superarse y unirse más como corporación.

Cada quien puede contar su propia experiencia de aquel viernes 5 de junio de 2009 porque es algo que nunca olvidarán. 

El oficial, José Jesús Díaz Ruelas, narró que estaba trabajando en su taller y su esposa le llamó para comer, en eso escuchó que se estaba incendiando una llantera contigua a una estancia infantil y había víctimas.

Dejó el plato servido, tomó su equipo personal de combate y se dirigió al sitio ubicado a unos minutos de su casa, pero el tráfico estaba bloqueado y sus compañeros no podían llegar en las unidades extintoras, por eso decidió abrirles camino en su vehículo más pequeño.

Pidió a los policías, que habían parado la circulación, dejar fluir el tránsito y, mientras sus compañeros llegaban, comenzó a trabajar en el lugar del siniestro.

De inmediato lo identificaron y un hombre se le acercó con dos bebés en sus brazos, uno de ellos ya había fallecido, no podía hacer nada por él; le pidió quedarse a esperar a las demás corporaciones y, pese a la desesperación del papá, tuvo que dejarlo ahí para tratar de rescatar a los menores.

“Francisco -un hombre que utilizó su carro para derribar una pared- ya abría un boquete en la guardería, había –policías- estatales, civiles, pero no sabían qué hacer”, anotó y mencionó que tomé la voz de mando para indicarles cómo entrar por los pequeños.

La cantidad de humo imposibilitaba ver y pidió a los voluntarios tirarse al suelo “que hicieran como que estaban nadando para que, con sus manos, pudieran tocar los cuerpecitos sin hacerles más daño, además para evitar intoxicaciones”, expuso.

El oficial Díaz Ruelas señaló que entró siete veces a la guardería para sacar bebés y cuando le dijeron que ya no quedaba ninguno adentro no se quedó tranquilo y decidió ingresar por octava ocasión para revisar dos cuartos grandes.

En uno de ellos encontró un niño en una de las esquinas cubierto con unas mantas, por eso no lo veían y estaba con vida, “lo tomé en brazos, vi que su condición era crítica y se lo entregué a unos policías para que lo llevaran al hospital más cercano, pero después ya no supe si se salvó”.

Regresó al otro cuarto y ahí vio a la última víctima en el interior, mientras salía de la guardería le aplicó la reanimación y la puso en manos de los socorristas que esperaban en el exterior, después regresó a ayudar en la extinción del incendio.

“Hoy es una fecha histórica para nosotros los bomberos que nunca vamos a olvidar y, paradójicamente, desde ese momento me convertí en secretario del Sindicato de Bomberos de Hermosillo para garantizar los derechos de nosotros mismos, defendernos y cuidarnos para salvar gente”, comentó.

Por otra parte, Díaz Ruelas también aprovechó para reconocer a su compañero Roberto Duarte Lugo, quien falleció la madrugada de este 5 de junio.

“Siempre vio por la seguridad de nosotros y se despidió, nos envió un mensaje en donde nos pide que nos cuidemos, que no seamos estadísticas. Despedimos a una gran persona, gran ser humano, padre y amigo”, concluyó.