Despiertan juntos desde hace 70 años

*El 12 de febrero de 1950 contrajeron nupcias
*Consideran que los matrimonios actuales terminan en divorcio por falta de amor
*Los valores más importantes para que un matrimonio sea duradero es el amor y la comprensión señalaron

Ernesto Martínez Avechuco y Aurora Gracia Cruz despiertan juntos desde hace siete décadas; la pareja de 95 y 93 años se cuidan mutuamente, él le da sus medicinas y le prepara el desayuno.

Él tiene 95 años de edad y es originario de Agua Prieta, ella de 93 nació en Mazatán, pero sus vidas coincidieron en la colonia El Mariachi de Hermosillo, Sonora.

El 12 de febrero de 1950, la pareja se dio el sí y se unió en matrimonio en el que han procreado su familia conformada por tres hijos, 11 nietos, 13 bisnietos y cuatro tataranietos.

Coincidieron en que los dos valores más importantes para que un matrimonio sea para toda la vida es el amor y la comprensión entre quienes deciden acompañarse para siempre.

“Tenía el cabello muy bonito y le decía ´guerita´ porque todavía no sabía su nombre”, recordó don Ernesto.

Doña Aurora también hace remembranzas de su encuentro “me acuerdo que él me gritaba para saludarme. Desde el principio me gustó, es muy bueno, cariñoso y guapo ¿qué no lo ves?”.

Después de un año y medio de noviazgo, anotó, le pidió que se casaran.

Recordó que en ese momento no tenían nada, solo una casa de adobe que les costó 500 pesos en El Mariachi, después la vendieron hasta que se mudaron a la colonia La Huerta.

“Ella tiene muy buen sazón; me gustaba llevarle serenata, es que a veces salía del trabajo y le daba ´raite´ a mis compañeros y de repente me invitaban unos tragos, entonces llegaba un poco tarde”, comentó. 

Y menciona “si a los días la notaba seria, me gustaba contentarla con un trío y le cantaba canciones de Pedro Infante”.

Sobre los matrimonios actuales que se divorcian al poco tiempo de casarse, Aurora consideró que es por falta de amor.

Señaló que entre los dos se cuidan siempre, él le da sus medicinas a ella y le prepara el desayuno. 

“No puede estar sin mí a veces nada más salgo y a los minutos me dice ¿dónde andas?, aquí estoy -le digo yo- y me dice desde hace mucho te ando buscando”, expuso.

Don Ernesto expresó con alegría que a su esposa le encantan las flores y con orgullo señaló que los rosales que adornan su casa, fueron plantados por ella.

Aurora dice que siempre agradece a Dios por el despertar de los dos, así como los hijos que los han hecho tan felices Blanca Irene, Herman Ernesto y Olga Eduwiges.

Coincidieron en que los valores más importantes para que un matrimonio sea para toda la vida es el amor y la comprensión entre quienes deciden acompañarse para siempre.