7 hábitos que dañan tus finanzas personales

Cuentas claras, amistades largas

Bienvenidos una vez más a su gustada sección Cuentas claras, amistades largas, si es la primera vez que me leen y no tienen idea de que está pasando aquí, les pongo en sintonía. Esta es una columna en la que cada semana charlamos entre amigos acerca de impuestos, finanzas, créditos y otros temas de relevancia económica, siempre explicados de una manera fácil y digerible. Les invito a leer mis columnas anteriores para ir avanzando juntos.

Un nuevo año acaba de empezar, acompañado de nuevas metas, planes y altas expectativas, sin embargo, no vamos ni a mitad de mes cuando ya he escuchado a varias personas preguntarse ‘’¿Dónde quedó todo mi dinero?’’, ‘’ ¿Y mi aguinaldo?’’, ‘’Sabía que no debía ir a esa posada’’, entre otras quejas. 

Por ello, que mejor manera de empezar el año que identificando algunos hábitos que solamente hacen desestabilizarnos y nos hacen gastar más dinero que lo que en verdad teníamos contemplado. Acompáñame a analizar estos malos hábitos que afectan nuestras finanzas personales:

¡Empecemos!

1. Todos tenemos sueños, pero ¿son metas? 

El primer mal hábito es confundir los sueños con las metas. Para soñar no se requiere mucho esfuerzo, de hecho, es bastante fácil ponerte a pensar en tu vida ideal antes de dormir, ser un multimillonario, dueño de un equipo de futbol, un magnate hombre de negocios dueño de media Ciudad Peluche y tener los lujos que quieras.

Pero las metas implican que sean concretas, fijadas a un corto plazo y más que nada, realistas. No tiene nada de malo ‘’pensar bajo’’, todos queremos un Lamborghini, pero probablemente tenemos que empezar comprando un Tsuru y no tiene nada de malo, lo malo es estancarse en el primer paso y no seguir creciendo. 

2. No tener un control o registro de los gastos

Este probablemente es el más común de los malos hábitos, pues en ocasiones es difícil anotarlo. El problema de no anotar tus gastos es que no sabes con certeza en qué consisten tus gastos. 

Algo que yo hago personalmente, que no es nada del otro mundo y te lo recomiendo bastante, anota todos tus gastos en una hoja de Excel y cuando digo todos tus gastos me refiero a TODOS TUS GASTOS, desde el gansito por el que pagaste $10.00 en el Oxxo, hasta todo lo que te gastaste en una fiesta.

Al momento de hacer el pago, en tu mismo celular puedes descargar la aplicación y anotas cuánto pagaste, al final del mes te invito a que veas en qué gastaste cada peso y vas a ver que esas idas a comprar papitas o comida chatarra, pueden ser tu peor enemigo.

3. Eres un comprador impulsivo 

Todos conocemos a alguien que ‘’le quema el dinero’’ en cuanto lo tiene en la mano, que hace todo lo posible por gastar hasta el último peso y eso un hábito bastante difícil de combatir. 

Es primordial saber la diferencia entre lujo y necesidad, ¿en verdad necesitas esos tenis que cuestan $2,000.00? ¿Neta necesitas un reloj que te de las notificaciones que puedes ver en tu celular que tienes a 10 centímetros de distancia?

Claro que es aceptable premiar el esfuerzo de uno, pero identifica cuáles son los gastos de los que puedes prescindir, pues no son de primera necesidad en tu vida diaria. 

4. No ahorras ni inviertes

El costo de la vida es muy alto actualmente, pero ahorrar o invertir no es un lujo, son acciones de primera necesidad. Ambas decisiones requieren de compromisos en el largo plazo, pero lo cierto es que son muy redituables con el tiempo.

Existen diferentes esquemas de ahorro, pero lo más seguros son los que te ofrecen las instituciones especializadas, pues es muy peligroso tener el dinero guardado en casa y en una cuenta de ahorro sin beneficios sólo perderá valor con respecto a la inflación.

Invertir siempre es un poco más riesgoso que ahorrar, pero también los dividendos son mejores. Es importante que definas qué tipo de inversor eres y sigas los consejos para ese tipo de inversionistas. No hay inversiones con cero riesgos, pero la rentabilidad lo vuelve más atractivo que simplemente ahorrar. 

5. No vives dentro de tus posibilidades y no tienes un colchón financiero

Un poco relacionado con el primer punto, existe mucha gente que, por más feo que se escuche, quiere aparentar algo que no es y termina endeudado con tal de traer el teléfono más nuevo y moderno, toda la ropa de marca y el carro último modelo, cuando su realidad financiera es otra.

Debes tener tus gastos dentro de tu capacidad de solvencia, porque es muy fácil agarrar la tarjeta de crédito y querer tener una vida para la cual, al menos en ese punto de tu vida, no estás listo.

De igual manera, nadie está exento de una tragedia, ya sea que un familiar o tú mismo termines en el hospital, o bien que seas víctima de un robo o cualquier otra situación de ese tipo, por lo cual siempre es conveniente tener un colchón financiero en caso de una emergencia o viéndolo desde  un lado positivo, que te caiga una oportunidad de negocio y no tengas el dinero para poder empezarlo y pierdas la oportunidad.

6. Compras emocionales

¿Quién nunca se ha ido de compras o gastado mucho dinero en comida/cerveza cuando está triste? ¿Nadie? ¿Sólo yo? Ok. Pero en mi defensa es mucho más normal de lo que parece, igual que los compradores compulsivos, el comprar algo te da cierta satisfacción o más bien ‘’tapa’’ ese bache emocional por el que estás pasando, no por nada diciembre es el mes en el que más dinero se mueve en el mundo, el sentimentalismo de las fechas decembrinas hace que la gente derroche cantidades inmensas de dinero, ya sea en regalar a otra persona o a sí mismo.

Se debe tener la mente clara al momento de hacer un pago, ya que una mente que se deja llevar por las emociones es bastante peligrosa con la cartera a un lado.

7. Gastos pequeños

Estos -te aseguro- son los más peligrosos, ya que nunca va a faltar que te quieras comprar tu chocolatito, tus papitas, el cafecito diario que cuesta $20.00 ¿qué tanto daño puede hacer?…. Bastante diría yo.

El otro día con mi familia estábamos haciendo las sumas de cuánto gasta en café un conocido que no diré nombres para no quemar a nadie. Todos los días compra su café antes de irse a la oficina por el que -muy elegante la señora- paga $25.00 porque hay que gozar la vida y esto es rutinario, lo hace de lunes a viernes.

Pues resulta que de puros cafés ya se le fueron $500.00 en el mes, de UN SOLO CAFÉ DIARIO.

Y claro, $500.00 no suena una cantidad monumental, pero estamos hablando de café, ahora súmenle lo que se gasta en otras cosas ordinarias, podríamos decir que ella sola se está haciendo el famoso ‘’robo hormiga’’

Espero que esta información te haya ayudado y orientado de alguna manera, pues aquí lo importante es que aprendas de estos temas  y no dudes en sugerir alguno que sea de tu interés o dejar un comentario.

No olvides que en este mundo sólo hay dos cosas seguras: la muerte y pagar impuestos.