29-Mar-2024

"No se valen las mentiras piadosas con enfermos terminales": Tanatólogo

Lillian Acosta  
29-10-2019 06:00  
4 minutos de lectura  

Es un derecho universal, moral e individual que las personas con enfermedades terminales conozcan la verdad en cuanto a su diagnóstico. 

El algólogo-paliativista, tanatólogo clínico, Raúl Martin Cabañas señala que no se valen las “mentiras piadosas” ni tampoco engañar al paciente al decir que todo va bien cuando la persona enferma sabe que su estado de salud es grave.

“El enfermo debe saber la verdad respecto a su enfermedad. Mucha gente piensa que, si se le dice con claridad la situación, van a morir más rápido, pero eso es un mito”, agregó.

Explicó que, si se habla con la verdad, el enfermo puede aprovechar lo que más pueda de su vida para vivirla con plenitud y poder hacer el cierre de todas las cosas que quedaron inconclusas.

Martin Cabañas, expresó que todo enfermo debe pasar por un proceso para tener un buen morir y a través de terapia, evitarle el temor y la angustia por la muerte.

Para las personas con enfermedades terminales, es difícil aceptar que su vida está por terminar, por lo que es importante apoyarle para que se sienta en paz consigo mismo, al igual que a la familia que vive el duelo.

El tiempo ideal para que los pacientes y sus seres queridos lleven un proceso completo es de entre 8 meses y un año, por lo que el doctor recomendó acudir a los especialistas y tanatólogos desde que el enfermo recibe el diagnóstico de una enfermedad que ponga en peligro su vida.

El tanatólogo explicó que quienes están a punto de morir, hacen un balance en su vida y se debe reivindicar a través de la terapia, pero también es recomendable que la familia exprese al enfermo lo importante que ha sido, que es y que será para ellos, es decir, la trascendencia que representa para quienes continuarán en este camino.

Las recomendaciones principales para los familiares que en este momento cuidan a un enfermo en estas condiciones son cubrir sus necesidades y escucharlo.

“Muchas veces los familiares refieren que el paciente no quiere comer y tratan de hacerlo comer, pero no debe ser así. Si el enfermo señala que no tiene hambre, no hay que forzarle porque su cuerpo ya no le está pidiendo alimento y se debe respetar”, explicó.

Reiteró que deben tener una buena comunicación con ellos, tratarlos con respeto y dignidad y apoyarse en personas profesionales siempre.

A los familiares que están pasando por este proceso, recomendó ser espontáneos frente a su familiar, es decir, llorar en caso de que sientan tristeza y reír cuando se sientan mejor, sin que el ambiente de tristeza sea tan frecuente.


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