El cáncer de ovario es una de las enfermedades que ataca silenciosamente a las mujeres. Miles de ellas podrían padecerlo, pero muchas veces no se les presta atención a los síntomas hasta que ya es demasiado tarde o esta enfermedad ya está muy avanzada.
De acuerdo con datos del Departamento de Salud de Nueva York, una de cada 55 mujeres desarrolla cáncer de ovario y de estos diagnósticos más del 80% de los casos se detectan en una etapa avanzada, que es el momento en el que el tratamiento contra esta enfermedad suele tener menos éxito.
Hay algunos factores que pueden ser cruciales al momento de que una mujer desarrolle la enfermedad, como lo pueden ser la edad (mujeres mayores a los 40 años), con antecedentes de algún familiar que lo ha padecido, que ha tenido algún otro tipo de cáncer, que no han estado embarazadas o tienen alguna mutación genética.
Como hemos comentado anteriormente, la mayoría de las mujeres son diagnosticadas con cáncer de ovario cuando esta enfermedad ya está avanzada. Debido a que los síntomas suelen confundirse con los de otros padecimientos.
Por ello, una mujer de 54 años llamada Heidi Paolone decidió contar su testimonio para alertar a otras y que estén atentas ante cualquier señal que su cuerpo les envíe e indique la presencia del cáncer de ovario.
A través de una entrevista con un medio de comunicación, Heidi afirmó que muchas veces este tipo de cáncer se detecta de manera tardía, por lo que se suele encontrar después de que se presentan otro tipo de molestias o afecciones.
“Es devastador encontrar el cáncer en etapas más avanzadas cuando podría haberse detectado antes y haberse beneficiado de una intervención temprana. Quiero dejar claro que esto no es culpa de los médicos, simplemente se necesitan más herramientas de detección y educación para las pacientes”, destacó Heidi.
Del mismo modo, recalcó que los síntomas del cáncer de ovario no son muy claros o específicos, por lo que se les minimiza o se les confunde con síntomas de otros padecimientos menos graves.
En su experiencia, ella presentó náuseas, malestar y acidez estomacal persistente que se extendió hasta por nueve meses antes de que le fuera diagnosticada esta enfermedad.
Estos síntomas los refuerza el oncólogo y ginecólogo Joshua. G. Cohen, quien menciona que una de las principales dificultades para detectarlo es que no se evidencia hasta que ya se ha propagado a otras partes del cuerpo.
Menciona que hay otros síntomas a los cuales prestar atención, entre los que se encuentran: necesidad frecuente de orinar, fatiga extrema inusual, dolor durante las relaciones sexuales, disminución del apetito, estreñimiento o diarrea, hinchazón abdominal y sensación de saciedad rápida al comer.
Algo curioso es que Heidi no presentó ninguno de los síntomas de la lista, lo que refuerza la idea de que son inespecíficos y debido a que los síntomas no se iban, fue al médico, quien estuvo atento a cada síntoma.
Tras varios exámenes y una histerectomía selectiva, Paolone decidió realizarse una histerectomía completa, fue aquí donde los médicos se dieron cuenta que sí había daños en su sistema reproductor.
Encontraron un sarcoma del estroma endometrial (ESS) de ovario en estadio 3C, que es un tipo de cáncer “extremadamente raro”.
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