Estudio revela qué le pasa a tu cuerpo si no tomas suficiente agua

*Un estudio publicado en JAMA Network Open revela que aumentar la ingesta de agua diaria puede ofrecer múltiples beneficios para la salud

La cantidad ideal de agua que una persona debe consumir al día sigue siendo un tema de investigación científica, aunque el popular consejo de beber dos litros diarios ha sido desmentido, la importancia de mantenerse hidratado es indiscutible; no hacerlo puede acarrear diversas consecuencias para la salud.

Un reciente estudio publicado en JAMA Network Open ofrece una perspectiva renovada sobre los efectos de la hidratación. La investigación, liderada por Hakam y un equipo de expertos, analizó 18 ensayos clínicos aleatorizados de entre mil 464 estudios evaluados. 

El objetivo fue identificar cómo el aumento en la ingesta de agua impacta en distintos aspectos de la salud como la pérdida de peso, la prevención de cálculos renales, las infecciones urinarias y el manejo de las migrañas.

Los resultados confirman que la relación entre la hidratación y la salud es multifacética. Sin embargo, los investigadores destacan la necesidad de seguir explorando el tema, ya que las muestras analizadas en los ensayos aún son limitadas.

Pérdida de peso y prevención de cálculos renales
Beber agua antes de las comidas podría ser una estrategia sencilla y eficaz para el control de peso. Tres de los estudios analizados encontraron que consumir 500 mililitros de agua antes de cada comida aumentó la sensación de saciedad, reduciendo el consumo calórico total. 

Este hábito permitió a los participantes con sobrepeso u obesidad perder hasta un 87 por ciento más de peso en promedio, en comparación con quienes no lo hicieron.

Además, la ingesta adecuada de agua también se asocia con una menor formación de cálculos renales. De acuerdo con los hallazgos, mantener un volumen de orina diario de dos litros o más reduce a la mitad la probabilidad de que las personas con antecedentes de cálculos renales enfrenten una nueva recurrencia. 

Este beneficio se explica porque el agua diluye las sales en la orina, lo que previene la formación de cristales que originan las piedras renales.

Los médicos suelen recomendar la ingesta abundante de agua para las personas propensas a esta afección. De hecho, esta práctica ha sido durante mucho tiempo una medida preventiva comúnmente aceptada por la comunidad médica.

Hidratación para prevenir migrañas 

La hidratación también podría tener efectos positivos en el manejo de migrañas. Los investigadores observaron que aumentar el consumo diario de agua en 1.5 litros mejoró la calidad de vida de los participantes que padecían esta condición. 

Se reportó una reducción en la frecuencia e intensidad de los dolores de cabeza, aunque no todos los estudios coincidieron en la magnitud de estos beneficios.

En cuanto a las infecciones urinarias, los hallazgos son más claros. Un ensayo clínico con 140 mujeres premenopáusicas mostró que incrementar el consumo diario de agua en 1.5 litros redujo significativamente los episodios de infección y la necesidad de antibióticos. Este efecto se debe a la capacidad del agua para diluir la orina y facilitar la expulsión de bacterias, lo que reduce el riesgo de infección.

La resistencia a los antibióticos es una preocupación creciente a nivel global, por lo que estas alternativas de prevención resultan relevantes. Los médicos ya recomendaban beber agua como medida preventiva, pero los resultados del estudio aportan evidencia más sólida para esta práctica.

Si bien los beneficios de la hidratación son evidentes, los investigadores advierten sobre las limitaciones de los estudios. La mayoría de los ensayos analizados fueron de pequeño tamaño y enfrentaron dificultades para garantizar la adherencia de los participantes a las recomendaciones de consumo de agua. 

Además, muchos de los resultados provienen de un solo estudio por categoría, lo que impide generalizar las conclusiones.

Determinar la cantidad de agua que cada persona debe consumir sigue siendo una tarea compleja. Factores como la edad, el peso, el clima y la actividad física influyen de forma significativa en las necesidades de hidratación. Por ello, las recomendaciones deben adaptarse a cada persona.

En conclusión, aunque beber agua no es una “solución mágica” para todos los problemas de salud, los hallazgos más recientes confirman que mantenerse hidratado tiene múltiples beneficios. Desde el control del peso hasta la prevención de infecciones y migrañas, el agua sigue siendo una herramienta simple, accesible y de bajo costo para cuidar la salud.