El relato sobre el intento de secuestro que vivieron dos mujeres originarias de Sonora en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, el pasado fin de semana, se hizo viral en redes sociales.
Adriana, una de las víctimas, contó que el fin de semana fue a visitar a su amiga a la capital del estado de Nuevo León, para acudir a un concierto a la ciudad también conocida como la Sultana del Norte.
Recordó que poco antes de concluir el evento decidieron retirarse y para eso buscaron el servicio de UBER pero no había conductores disponibles, así que tomaron un taxi que ya les había ofrecido el servicio.
Inicialmente, el taxista que contrataron les había ofrecido una tarifa y rechazaron el servicio, pero pasó por donde estaban y en un segundo ofrecimiento les mejoró la tarifa y les cobraría la mitad de la oferta inicial, por lo que decidieron subir a la unidad.
Una vez en circulación la amiga de Adriana le dijo al taxista la ruta que tomara, minutos después el taxista vuelve a preguntar pero con su celular encendido, como si alguien más debiera escuchar la información que se le proporcionaba, pero en el momento no se percataron de eso.
Mientras circulaban por la misma calle el taxista les dijo que el carro se le había descompuesto, por lo que tomó el carril lateral y otro vehículo les cerró el paso, del cual descendió una persona, se acercó al taxi y comenzaron a forcejear.
El individuo les robó sus pertenencias; Adriana y su amiga resultaron con golpes en distintas partes del cuerpo, su compañera además tuvo afectaciones en las costillas, pues fue arrastrada fuera del taxi por el copiloto del vehículo que les cerró el paso.Los delincuentes se fueron –recordó- y quedaron en la calle golpeadas
y asustadas; por el lugar pasó una patrulla de la Guardia Civil, se detuvo en el sitio y los ocupantes las cuestionaron porqué andaban solas a esas horas y se fueron sin ayudarlas.
Llamaron a otra amiga y esperaron a que llegaran por ellas junto a otra patrulla que pasó después.
Al día siguiente acudieron al Ministerio Público para obtener una constancia de que Adriana no tenía documentos y poder viajar de regreso a Hermosillo, en esa dependencia les dijeron que lo que ellas vivieron fue un intento de secuestro, además de un asalto.
La amiga de Adriana, al tratar de impedir el robo y defenderse, esto hizo ruido en la zona y por ello los delincuentes se alteraron, además de que el tiempo que tienen para cometer un delito ya estaba rebasado, de acuerdo a la conclusión de las autoridades.Adriana dijo que después del shock en el que estuvieron por lo sucedido, ahora agradecen que están vivas y no pasó más allá de un robo y de golpes fuertes, pero no perdieron la vida como ha sucedido con otras mujeres.
“Me siento afortunada de poder contarlo, en mi rutina diaria he pensado que quizá no podría estar viviendo esto y que podría no volver a ver a mi familia”, externó.
Mencionó que “al inicio estaba molesta por lo que nos quitaron, pero lo material no importa, ahorita hay que agradecer que estemos vivas, tampoco importan los golpes; ahora lo que esperamos es que se haga justicia”.
Su amiga realizó todo el proceso de denuncia en Monterrey, participó para crear un retrato hablado de los presuntos responsables y esperan que las autoridades hagan algo al respecto.
En redes sociales, Adriana externó su impotencia y coraje al pensar que ese pudo ser el último día de su vida. “Estoy triste, enojada y decepcionada con la inseguridad de nuestro país, con la discriminación que todavía existe hacia la mujer, con la idea de aceptar que ver a dos mujeres solas en la noche y al final resultamos nosotras como mujer las responsables por exponernos”.
Con el relato difundido en redes sociales, que de alguna manera alerta a las mujeres para que tengan cuidado y no pasen por esa situación, Adriana ha recibido apoyo de mucha gente a través de mensajes.
Hermosillo, Sonora, México
Tel.: +52 1 662 217 3771
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