En marzo de 2002, cuando de regreso del Posgrado en Clínica del Dolor y Cuidados Paliativos, tuvimos la oportunidad de empezar a hablar acerca de la Tanatología en Hermosillo y en Sonora.
En junio de ese año, se impartieron los primeros cursos sobre tanatología a personal de salud y público en general en el hospital del ISSSTE y luego el del ISSSTESON, hablando que es una disciplina del área de la salud, profesional y seria, que estudia y busca el sentido de la vida cuando se enfrenta a la muerte, ya sea propia o de un ser querido.
Tanatología es una palabra derivada en las raíces griegas Thánatos qué significa muerte y Logos: que es estudio, tratado o sentido, y aunque signifique el estudio de la muerte, decidimos que es encontrar el sentido de la vida cuando se ve amenazada o afectada por la amenaza o real muerte. En Tanatología se habla más de vida que de muerte.
Su principal objeto de estudio es la persona con enfermedad terminal o enfermo terminal como se le conoce, quienes pasarán por diferentes momentos o etapas que según la Dra. Elisabeth Kübler Ross se dividen en cinco emociones.
La primera es la de shock y negación, etapa en la que la persona puede bloquearse al recibir la noticia de una enfermedad que puede terminar con su vida como ejemplo el cáncer, palabra que inconscientemente despierta el instinto de supervivencia y angustia, es posible que se niegue la enfermedad y surja la pregunta ¿por qué yo?, ¿por qué a mí?
La segunda etapa es de ira y coraje contra todo, contra la vida, contra los médicos contra sí mismo y su cuerpo y puede llegar a renegar a Dios.
La Dra. Kübler Ross propone la tercera etapa como de negociación o regateo, aquí la persona busca cambiar sus hábitos, portarse bien, hacer mandas y hasta aceptar los tratamientos agresivos de quimioterapia con tal de ser curada de la enfermedad.
La cuarta etapa es la depresión, esta se encuentra presente en prácticamente todo el proceso, con altas y bajas emocionales que pueden promover una actitud de abandono y aislamiento, se trata de una depresión reactiva, ante la noticia y su futuro por lo que inicialmente no es candidata a tratarse con fármacos neuro psiquiátricos, la expresión oportuna de sus emociones por la psico terapia puede serle de mucha más utilidad.
Queda para el final la etapa o momento de la aceptación, pero debemos decir que las etapas mencionadas no llevan un forzoso orden o que una vez pasadas no vuelvan a surgir en el enfermo.
Cabe diferenciar que no es resignación lo deseado ya que esta es una forma de aceptación pero de manera impositiva, en donde “no queda de otra” o con toda la buena intención se dice “son cosas de Dios”.
La aceptación real redime corajes y los porqués, se deja de pelear contra la vida y la enfermedad para entender en el fondo del corazón que somos seres humanos, de carne y hueso y finitud, donde la edad o el tiempo no importan para enfrentarse a una enfermedad que puede terminar con la vida.
Aquí ya puede hablarse de la sencilla pero difícil respuesta a la pregunta hecha en la negación ¿por qué a mí?, la respuesta es ¿por qué no?
Tanatológicamente decimos que el hombre puede enfrentarse a dos de los dolores más importantes que existen: el de la muerte y el de la desesperanza.
Por ello la persona que se dice tanatólogo deberá tener un perfil, conocimiento y calidad humana que lo acerque al proceso de muerte de un paciente con empatía, el don de saber escuchar y un profundo respecto sin hacer juicios de valor.
Esta es la materia prima de la Tanatología, el enfermo terminal, otros objetos de atención son la familia del enfermo, atención y conducción del duelo, prevención del suicidio y el suicida, así como también apoyar el equipo de salud que se agota emocionalmente en su labor diaria hospitalaria por ser testigo de múltiples muertes.
Recordando las palabras del maestro y pionero de la tanatología en México y América, Dr. Luis A. Reyes Zubiría, el objetivo de la tanatología y del quehacer de un tanatólogo es curar el miedo a la muerte para que así pueda vivirse a plenitud.
Gracias y hasta la próxima oportunidad de estar con ustedes. Vivan la vida pues es la única que tenemos.
Libros de su autoría:
-Guía Emergente de Apoyo para Personas en Duelo, disponible en librería Católica y Fonpal.
-Más Allá del Horizonte, cuando un hijo muere. Disponible en Ibukku.com y Amazon.com
Hermosillo, Sonora, México
Tel.: +52 1 662 217 3771