¿Cuándo se aconseja que las y los menores inicien el uso de videojuegos?

Las y los menores que tienen entre 7 y 8 años de edad, que ya tienen una noción más clara de lo que es fantasía y realidad, ya podrían iniciarse en el uso de videojuegos.

La especialista psiquiatría del Centro Infantil de Desarrollo Neuroconductual (CIDEN), María Consolación Carrera Avitia, subrayó que los juegos deben ser también los apropiados para su edad.

Recomendó a padres de familia elegir muy bien el tipo de videojuegos y diversión que le van a proporcionar a sus hijos, por lo que es muy importantes que vayan acordes a su edad.

Mencionó que en las etiquetas de los juegos se encuentran especificadas las edades para las están recomendados.

El rango de edades en uso de videojuegos se estableció por el surgimiento del llamado Mortal Kombat, recordó.

“Cuando son más pequeños posiblemente se confundan y si juega uno violento como es Mortal Kombat, que es muy sangriento y explícito, quieren jugar en la escuela y repiten las cosas que escuchan, y es ahí donde surgen los problemas”, comentó.

Uso de la tecnología

Carrera Avitia consideró que el uso de la tecnología tiene puntos positivos, pues facilitan la vida y se emplean muchos recursos cognitivos para usarlas por parte de menores, adolescentes, jóvenes y adultos.

Sin embargo, planteó, el problema viene cuando los dispositivos se usan mucho tiempo y no hay control del contenido ni del tiempo empleado en ese tipo de diversiones.

“Cuando el mal uso sustituye actividades propias de la vida cotidiana como son cuando no se come bien, no se duerme bien, no hay rendimiento escolar, problemas de conducta al no utilizar el celular o videojuegos”, comentó.

Mencionó que cuando existe una adicción al uso de pantallas y videojuegos y se tiene un tiempo prolongado en el uso de pantallas, al intentar retirarlas se forma abrupta se presenta una sobre reacción con agresividad verbal o física.

Para evitar ese tipo de situaciones, es responsabilidad de los padres, cuidadores o tutores contar con un control parental bien regulado para conocer el contenido que visitan sus hijas e hijos, además de establecer reglas y tiempos para el uso de los dispositivos.