*Cuantos más casos de Covid-19 haya, mayor será el riesgo de que se generen variantes nuevas o más fuertes
*No está claro si ómicron dejará menos secuelas en los pacientes, por lo que no es recomendable que haya tantos contagios
Es urgente avanzar en la vacunación contra el SARS-CoV-2 y limitar la convivencia social de alto riesgo, reuniendo a personas de diferentes procedencias en lugares cerrados sin protección, para romper la cadena de contagio.
El vocero de la Comisión Universitaria de Atención de Emergencias por Coronavirus de la UNAM, Mauricio Rodríguez Álvarez, expuso que la cuarta ola de Covid-19 en el país coincide con el período de aplicación de refuerzos, por lo que si una persona presentó la enfermedad y se recuperó, es posible que la reciba.
Las únicas contraindicaciones para vacunarse son los síntomas de antecedentes o antecedentes de una alergia biológica grave que puede haber requerido hospitalización, anotó.
“Si estás dentro de los 10 días de haber comenzado tu enfermedad y ya no tienes ningún síntoma, ya saliste de esa etapa aguda, quizás lo mejor sea que te vacunes, de lo contrario se retrasará la vacunación y probablemente no encuentres lugar para vacunarse después”, recomendó el profesor del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Explicó que se deben evitar los obstáculos a la inmunización, ya que pueden causar retrasos en la recepción de dosis de los regímenes regulares y refuerzos.
Además, debido a que la variante ómicron podría causar numerosos casos en poco tiempo, se estima que la mitad de la población mundial podría entrar en contacto con el virus en las próximas semanas.
El académico explicó que es importante distinguir entre infectarse -tomar contacto con el virus SARS-CoV-2- y enfermarse, es decir, tener signos y síntomas de la COVID-19.
“El virus puede llegar a pequeñas cantidades y no causar enfermedad sintomática. También es posible que llegue y, como estás vacunado, provoque una sintomatología mucho más leve que quizás no notes, ya que tus síntomas serán leves y te recuperarás más rápido”, dijo.
En cuanto a las vacunas, dijo que las personas están protegidas de enfermedades graves si tienen su esquema primario completo -ya sea con biológicos de una o dos dosis- y un refuerzo. "Está bien, te va a servir bien, es seguro y efectivo".
Aunque en otros países se plantea aplicar una cuarta o incluso quinta dosis, Rodríguez Álvarez destacó que es con el uso correcto del cubrebocas que se pueden prevenir más contagios, porque las vacunas no los previenen por completo.
Aunque la variante omicron no está causando enfermedades graves en la mayoría de los casos, el escenario no es bueno porque el número creciente de pacientes en poco tiempo también puede aumentar la necesidad de servicios médicos (consultas y diagnóstico), además de provocar un uso inadecuado de los mismos antibióticos y otras drogas parcialmente dañinas.
“Si el número de pacientes que requieren hospitalización aumenta rápidamente, se necesitará nuevamente la reconversión hospitalaria, lo que tendrá una carga muy importante para el sistema y el personal de salud”, advirtió.
Cuantos más casos de COVID-19 haya, mayor será el riesgo de que se generen variantes nuevas o más fuertes. Además, no está claro si omicron dejará menos secuelas en los pacientes, por lo que no es recomendable que haya tantos contagios, subrayó.
Limitar reuniones
Rodríguez Álvarez indicó que es importante frenar la transmisión del virus SARS-CoV-2, para romper el ciclo de aumentos rápidos de casos que dejó la intensa convivencia de la temporada de diciembre.
Para ello, es necesario acotar la interrelación social del riesgo, especialmente los fines de semana cuando las familias mexicanas suelen reunirse en casas con muchas personas, de diferentes hogares y sin cuidados generales.
El especialista destacó que las vacunas son fundamentales para prevenir enfermedades graves, mientras que el uso de cubrebocas, la ventilación de espacios cerrados, la sana distancia y la prevención de disturbios son claves para prevenir contagios.
“Hay que reiterar que el mejor cubrebocas es el que se usa y bien: que cubra nariz y boca, por los lados, y que no se esté manipulando. Si es de tela, que sea de tres capas y si es de alta eficiencia -que tienen números y letras en su nombre-, que estén intactas, limpias, que no se hayan usado durante mucho tiempo y se usen correctamente. Si se utiliza una boquilla doble, se debe colocar primero la de mejor calidad y la extra encima”, abundó.
“Es importante que usemos cubrebocas en todas las actividades porque mucha gente va a empezar a salir de la enfermedad -a los cinco o siete días de estar enferma- para volver a sus tareas y todos necesitamos estar protegidos en el espacio público, para que pueden seguir ocurriendo actividades sociales, sin mayores problemas”, dijo.
El experto de la UNAM también explicó que el consumo de vitaminas y suplementos dietéticos tienen un beneficio marginal cuando se toman sin control, sin prescripción médica y sin diagnóstico de alteraciones nutricionales.
“No debemos tener falsos sentimientos de protección con ellos, porque hasta el momento no se ha demostrado que sirvan para prevenir el Covid-19”, insistió Rodríguez Álvarez.
Recordó que lo ideal es mantener una dieta balanceada que incluya frutas, verduras, proteínas animales y vegetales, grasas vegetales y animales, así como agua.
"Ingerir vitaminas o compuestos nutricionales adicionales puede forzar un poco al riñón y al hígado a procesar todo lo que se está tomando en exceso. Un ejemplo es la vitamina C: sus requerimientos diarios son menores a los 100 miligramos, y si ingerimos un comprimido efervescente de un gramo -mil miligramos- superamos con creces el requerimiento diario y el resto se elimina por la orina”, dijo el especialista universitario.
Hermosillo, Sonora, México
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