Alertan por riesgos cuando menores sobrepasan límite de lo imaginario

*Especialista en sicología destaca que a niñas y niños entre tres y diez años se les dificulta diferenciar entre realidad y fantasía
*Padres de familia deben estar atentos para ayudar a sus hijos a distinguir entre lo real y lo ficticio

Diferenciar entre la realidad y la fantasía se dificulta para niños entre tres y diez años de edad, etapa en la cual su visión del mundo es muy diferente a la de un adulto.

La sicóloga clínica, Denisse Teresita Miranda Moreno, explicó que la imaginación tiene gran importancia en el desarrollo de la creatividad, sin embargo, cuando los menores sobrepasan el límite de lo imaginario se presentan riesgos.

De ahí la importancia, subrayó, de que padres de familia estén atentos para ayudar a sus hijos a distinguir entre lo real y lo ficticio.

Resaltó la importancia de participar en sus juegos, recrear historias sobre vivencias y ser cómplices de su fantasía, lo cual propicia confianza y fomenta que expresen realmente lo que imaginan y lo que creen que es real.

De detectar que se está pasando el límite de la fantasía, recomendó no cuestionar abruptamente y explicarles las consecuencias de acciones como lanzarse de un vehículo, manipular un cuchillo y de situaciones que observen en televisión o internet.

“Como papás debemos estar atentos a lo que ellos nos dicen, porque muchas de las preguntas que ellos realizan son porque a lo mejor vieron algo o van a intentar algo, entonces como papás muchas veces respondemos no te pasa nada, esa araña no hace nada, pero los niños no saben distinguir entre cada especie”, expuso.

Respecto a la reciente noticia generada en Bolivia, donde al imitar al superhéroe de Marvel “Spider-Man” tres niños se dejaron picar por una araña viuda negra y así poder recibir poderes iguales a los de su personaje, la especialista dijo que, lo ideal es acercarse a los menores.

Destacó la necesidad de hacerles ver que se trata de una película, además que existen gran variedad de especies con menor o mayor veneno y pueden ser peligrosas.

Reiteró el llamado a preguntar a los menores sobre porqué realiza las preguntas, donde vio esa situación, quién le dijo o quién juega de esa forma, lo cual sirve para conocer más sobre los juegos que práctica, sus ideas y emociones.

Subrayó que mientras no se identifique un peligro o pensamiento que ponga en riesgo a los menores, hay que dejar que su imaginación fluya pues es parte de su desarrollo y la forma de adquirir otras habilidades como la toma de decisiones.