Con elaboración de “amigurimis” saca adelante a su familia

*Olga Amalia empezó tejiendo gorros, bufandas y guantes para obtener ingresos económicos
*Enfrentaba situación difícil por falta de trabajo y enfermedad de su esposo, pero gracias a los muñecos tejidos de estambre, llamados amigurimis, logró superar dificultades

Olga Amalia Cervantes Rodríguez encontró en la creación de amigurimis -muñecos tejidos de estambre- una oportunidad para emprender y sacar adelante a su familia.

Es originaria de Cananea y llegó hace ocho años a radicar a la ciudad de Hermosillo en compañía de su esposo Manuel Edgardo y sus hijos Alondra Angelina y Edgar Sebastián, de 13 y tres años de edad, respectivamente. 

A su llegada a la capital sonorense enfrentaron dificultades para encontrar un empleo debido a su edad, incluso se enfrentaron a actos de discriminación, pero tenía fe en que  encontraría la forma de llevar el sustento a su hogar.

Fue en época decembrinas cuando se encontraba sin empleo y sin tener para comer, además que su esposo enfrentaba un  diagnóstico de cáncer en el oído, que surgió la idea de tejer para obtener ingresos, por lo que inició la elaboración y venta de gorros, guantes y bufandas. 

Los amigurimis.

“Miré que en la ciudad de Veracruz hacían amigurimis que son los monitos tejidos, me encantó eso y empecé a elaborar los unicornios que me pedían; miré que hacían personalizados y me aventé, mi primer cliente fue una muchacha que se le había muerto el hermano y lo hice, me tenía muy orgullosa cómo había quedado”, compartió. 

A partir de ese momento, dijo, empezó a anunciar que realizaba amigurimis personalizados y le empezó a ir mejor.

Comentó que a raíz de la pandemia aumentaron los pedidos de amigurimis de otros municipios como Caborca, Cananea, Nogales, Guaymas y Empalme de personas que deseaban tener un lindo recuerdo del ser querido fallecido por Covid-19.

Previo al Día de las Madres le han solicitado realizar a la familia completa para obsequiar a sus madres, por lo que los últimos días han sido de mucha actividad y de noches sin dormir para cumplir con los compromisos. 

“Me envían una foto de cómo quieren que lo haga, tengo que ver los rasgos, lo que más caracteriza a la persona, muchos que tienen la barba de candado, la ceja pobladita, el pelo de tal manera, póngale esta playera. Hay unos que me piden imposibles, una muchacha que me pidió a su novio y lo quería bien guapo”, abundó.

Amalia agradeció a Dios la oportunidad de haber podido salir adelante, lo que hoy les hace sentir como una familia de triunfadores, pues la salud de su esposo mejoró, sus hijos están más grandes y realiza una actividad que le gusta.

“Cada monito que yo hago lleva un pedazo mío de mi corazón, porque los hago con mucho amor”, destacó.

El costo por amigurimi es de 280 pesos y miden de 20 a 30 centímetros de altura. 

En Facebook e Instagram le encuentran como “Los Tesoros de Amalia”.