En la oración, familiares de enfermos con Covid-19 encuentran fortaleza y esperanza

*Sacerdote católico señala que las personas con familiares enfermos de coronavirus sufren desgaste físico y emocional
* De las palabras y la meditación se pueden sacar las emociones generadas a raíz del dolor que produce saber que una persona cercana está contagiada 

Familiares de pacientes con Covid-19 sufren desgaste físico y emocional, y encuentran en la oración la fortaleza para salir adelante, alimentar la esperanza y la fe de que la persona enferma saldrá bien del padecimiento.

El párroco de la catedral metropolitana “Nuestra Señora de la Asunción”, Martín Gerardo Hernández Moreno, mencionó que la salud espiritual es también importante y una forma de fortalecerla es a través de la oración.

A través de las palabras y meditación se pueden sacar las emociones generadas a raíz del dolor que produce saber que algún familiar está enfermo, señaló el sacerdote católico.

Dijo que no es necesario tener formularios o guías para orar, sino simplemente consiste en ponerse en sintonía con el Señor, abrir el corazón, dejar que él entre, sane y fortalezca aquello que más se requiere.

“No se preocupen en el sentido de qué decirle o cómo decirlo, es abrir el corazón, hablarle a alguien que nos ama, que nos escucha, ponernos en esa sintonía con Dios”, detalló.

Hay muchas personas que dicen no saber rezar, pero les señala que se trata de una conversación con Dios y les entiende, es hablar con él y saber que te entiende, te escucha, es pedir y dar gracias.

Asimismo, agregó, es una dinámica que ayuda a encontrar esa paz que a veces hace falta al ser humano por las circunstancias diarias que se viven.

Una de las grandes enseñanzas que ha generado esta pandemia, comentó, es descubrir que no hay respuesta para todo, que no se resuelve con medios humanos y “que necesitamos volvernos a Dios”.

 “Incluso enfermos en el hospital que me decían que ellos no eran tan cercanos, pero incluso el mismo dolor, la misma enfermedad los ha acercado y sentido fortalecidos en esa intimidad con Dios; ese ofrecerle el dolor, estar en esa soledad y pensar que Dios no los abandona, ha habido crecimiento y necesitamos seguir creciendo cada día”, expuso.

Hizo la invitación a acercarnos con confianza a Dios, hacer de nuestra vida una oración, ofrecerle lo que somos, lo que tenemos, a confiar, a no complicarnos ya que Dios es sencillo, es un padre que se acerca, que está y en esa confianza saboreamos el estar con él y poder platicar.