María Belem se convirtió en policía por necesidad

*Se desempeñó como policía por 30 años y después de jubilarse disfruta a sus hijos y nietos
*Volvería a elegir ser policía, si tuviera la oportunidad de estudiar una carrera

María Belem Laureano Téllez prestó sus servicios como policía, actividad laboral en la que se inició por necesidad ya que carecía de recursos económicos para estudiar una carrera universitaria y aprovechó una beca en esa corporación.

La agente policiaca en retiro destacó que entró a estudiar en ese lugar por necesidad y aseguró que, si le dieran otra oportunidad, se volvería a preparar para lo mismo.

“Tenía 19 años y la verdad si volviera a nacer, volvería a meterme ahí, aunque me dieran la oportunidad de estudiar otra carrera, me vuelvo a meter como policía. Me gustó el espíritu de servir, las amistades, las buenas y malas experiencias, todo”, comentó.

Inicia como radio operadora y termina como jefa de zona

Laureano Téllez dijo estar siempre agradecida con sus compañeros y jefes por apoyarle en lo que necesitaba. 

Recordó que por 17 años estuvo viajando a la Ciudad de México para atender a una de sus hijas que padecía cáncer de ojos y, a pesar de sus continuos traslados, sus compañeros hacían colectas para apoyarle con los gastos.

Después de cumplir su tiempo en la corporación, decidió jubilarse y ahora disfruta la oportunidad de descansar, además de estar en casa para disfrutar a sus hijos y nietos.

A los ciudadanos que tienen una mala impresión de todos los policías, les hizo el llamado a ser empáticos y a pensar en que no todos son iguales.

“Nunca ven el lado amable y bueno de la policía, nunca se ponen a pensar, aunque nosotros elegimos este trabajo, en cómo estaremos trabajando nosotros psicológicamente para darle un buen servicio a la comunidad y lo que nosotros estamos pasando”, externó.

Mencionó que dejar un hijo enfermo o tener que trabajar con mi hija recién salida de quimioterapia, son situaciones que enfrentan muchos policías.

Asimismo, abundó, hay muchos agentes policiacos que venden alimentos, joyería o ropa para sacar a sus familias adelante, lo que les hace ser personas de bien y trabajadoras.