*113 millones de niñas y niños han visto suspendidas sus actividades cotidianas en Latinoamérica por la contingencia de Covid-19
*Niñas y niños migrantes internos y en tránsito es una de las poblaciones que más pueden verse afectadas
Los niños y niñas van a sufrir algunas consecuencias más fuertes de la pandemia y existe una alta probabilidad de que el trabajo infantil se incremente como resultado de la pérdida de ingresos de los adultos, la falta de empleo y la desaparición de fuentes de trabajo.
La profesora-investigadora de El Colegio de Sonora (Colson), Valentina Glockner Fagetti, señaló que el aumento en el trabajo infantil será también consecuencia del incremento de las actividades cotidianas, de cuidados y trabajos domésticos que ya recaían principalmente en mujeres y niñas.
Destacó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reporta que ya empiezan a identificarse los primeros signos de un freno y un retroceso en los avances de la lucha global contra la pobreza, lo cual está impactando a América Latina.
Mencionó que Latinoamérica es una de las regiones más desiguales del mundo y algunas alarmas que indican que es muy probable que el trabajo infantil crezca en esta zona en los próximos meses, como parte de los cambios que dejará la contingencia sanitaria.
“Será consecuencia de un aumento de las actividades cotidianas, de cuidados y de trabajos domésticos que ya recaían principalmente en mujeres y niñas en la región, quienes dedican en promedio tres veces más tiempo que los hombres en este tipo de tareas”, dijo.
Planteó que esas actividades son fundamentales para el cuidado y la reproducción de la vida cotidiana, además para la reproducción de la vida económica en la economía formal e informal.
Esta situación se podrá vivir, describe, sobre todo en los hogares más vulnerables donde el hacinamiento o la falta de ingresos fijos en la familia impiden que se cumpla cabalmente con las medidas de distanciamiento social, sana distancia, cuarentena, de prevención y de fortalecimiento de la salud por una situación socioeconómica y de clase.
Detalla que unos 113 millones de niños y niñas han visto suspendidas sus actividades cotidianas en Latinoamérica debido a la pandemia, lo que significa pérdida de espacios de socialización, esparcimiento, juego y aprendizaje, pero también espacios de protección y bienestar.
Por otra parte, expuso que los niños y niñas migrantes internos y en tránsito es una de las poblaciones que más pueden verse afectadas.
Los hijos de familias jornaleros, niños y niñas migrantes en tránsito, mexicanos o extranjeros deportados, para todos ellos la afectación es grave en el sentido de que su bienestar y protección depende mucho de centros de asistencia social.
“Se han tenido que disminuir sus operaciones o atenerse a otros ritmos de trabajo que dependen de albergues, comedores, de centros ayuda humanitaria, que han tenido que cerrar debido a la contingencia por falta de recursos y capacidades suficientes, tanto humanas como materiales para hacer frente a las medidas de seguridad”, sostuvo.
Glockner Fagetti menciona que estos centros de ayuda se han visto afectados por la interrupción de las cadenas de apoyo y solidaridad, desde la ciudadanía y la sociedad en general, que tenían una dinámica de hacer donaciones tanto monetarias como en especie y por la precariedad económica han dejado de hacerlas, así como la interrupción de las cadenas de voluntariado.
“Ante esta situación de incertidumbre, lo que hay que hacer es un llamado a estar conscientes de las vulnerabilidades, de las precariedades todavía más agudas que tienen muchos sectores de la población, frente a esta incertidumbre lo mejor que podemos hacer es estar conscientes de lo que sí está en nuestras manos hacer”, finalizó.
Hermosillo, Sonora, México
Tel.: +52 1 662 217 3771
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