Cuentas claras, amistades largas
Bienvenido sea usted a una nueva edición de su gustada sección Cuentas claras, amistades largas, en la que cada semana, platicamos entre amigos acerca de un tema de relevancia económica, financiera o fiscal. Te invito a leer mis colaboraciones anteriores para que todos vayamos al corriente y sigamos avanzando.
“Hay amores como la comida chatarra: se antojan por su apariencia, pero son nocivos para la salud”.
Podrá parecer un tanto ridícula esa frase, pero no está nada alejada de la realidad (claro, quitando el lado romántico).
En semanas pasadas, el subsecretario de Salud del gobierno federal, Hugo López-Gatell señaló que el 81 por ciento de las personas que mueren por coronavirus en el país tienen una enfermedad crónica causada por una mala alimentación, donde la comida chatarra predomina en la dieta de los mexicanos.
Qué mala suerte vivir en el país con mayor tasa de obesidad el mundo, donde 7 de cada 10 adultos y 1 de cada 3 niños sufren de estas condiciones ¿no?
Fuente: Secretaría de Salud
Pero ¿Quién es el culpable?
En el primer semestre del año, Secretaría de Hacienda y Crédito Público reveló una recaudación por $19,031’000,000 (19 mil 031 millones de pesos) por bebidas azucaradas y alimentos altos en calorías conocidos como comida chatarra, cayendo un 16 por ciento con respecto al año pasado.
Esto, quiero pensar, debido al Impuesto Especial Sobre Producción Y Servicios (IEPS) que cada vez es más alto, ahora se cobra 8% sobre alimentos no básicos de más de 275 calorías o mayor por cada 100 gramos como botanas, confitería y chocolates, entre otros.
No obstante, la semana pasada en su propuesta de reforma a la Ley del IEPS para evitar enfermedades como diabetes o hipertensión, la diputada federal por Morena, Erika Vanessa del Castillo Ibarra detalló que el impuesto a la comida chatarra subiría del 8% al 16%.
Ejemplo: supongamos que tus papitas favoritas te cuestan $20.00, de los cuales $1.6 son impuestos ya incluidos por la empresa fabricante que el deberá pagar a Hacienda. Ahora, si ese impuesto incrementa al 16%, estaría pagando el doble, o sea $3.2 pesos de impuestos, que no creo que la empresa absorba nomas por gusto, si no que el precio de venta subiría. ¿Queda claro?
Hago el ejemplo pasado ya que hay muchísimas personas que leen la noticia, pero no entienden porque la empresa sube sus precios y mientras la demanda de comida chatarra incremente, el precio hará lo mismo.
¿Será que la solución para disminuir la obesidad sea subiendo impuestos?
Cabe aclarar que en nuestro país las compras en las tiendas de barrio se elevaron un 10 por ciento, recordando que en todo el territorio nacional hay 1.5 millones de puntos de venta de comida chatarra y bebidas azucaradas.
Entonces…. ¿es un incentivo a la economía o una catástrofe para la salud? ¿usted qué opina?
“La Pandemia viene a evidenciar, una vez más, el daño que provocan estos productos y la necesidad urgente de reducir su consumo”, declaró Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.
Es hora de que los mexicanos aprendamos a manejar nuestra alimentación y no sea esta la que nos maneje a nosotros. Todo en exceso es malo, hasta lo bueno, cuidémonos y que los datos no nos sean indiferentes, la comida chatarra no solo es deliciosa, también es mortal.
Espero que esta información te haya sido de ayuda, recuerda que aquí lo importante es que aprendas y no dudes en sugerir algún tema o dejar un comentario.
No olvides que en este mundo sólo hay dos cosas seguras: la muerte y pagar impuestos.
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